La vocación de Ester
Ester hace su aparición en el antiguo testamento en un libro
escrito probablemente por Mardoqueo, su primo
y además su padre adoptivo, quien la
acogió luego de la muerte de sus padres.
Fue una hermosa profetisa, doncella, reina de Persia y una
de las mujeres más desafiantes de la biblia. Se reconoce por su afán de hacer
honor al linaje que se le había dado
para vivir a como un instrumento de la
voluntad de Dios sin embargo en su
libro, no aparece nunca el nombre de él.
Su historia parte cuando la reina de Persia rechazó públicamente
la corona. Tras este hecho, Ester desposó al antiguo rey convirtiéndose en la
nueva reina de Persia a pesar de ser judía.
Debido a las complicadas situaciones sociales de la época,
la corte había decidido matar a todos los judíos habitantes de Persia por no rendirle
culto y respeto al rey sino a un Dios.
Sin embargo, Ester sintió el llamado de Dios a llevar la
vida ejemplar que había planeado para ella y a salvar a cientos de judíos
Convocando a la corte, Ester logró convencer al Rey de anular la supresión de estos hombres y mujeres inocentes.
Ester se caracterizó por su valentía, su fe y su
preocupación por su pueblo ya que ella se toma como el mecanismo de Dios para evitar la destrucción
del pueblo judío y para garantizar la
paz durante el exilio.